Startups lideradas por mujeres logran hasta un 63 % más de retorno de inversión, pero en Chile aún son minoría
Estudios internacionales confirman que las empresas tecnológicas con liderazgo femenino superan en rentabilidad a las lideradas por hombres. En Chile, solo el 11 % de las startups del sector tienen una mujer al mando.


En el mundo del emprendimiento tecnológico, el talento femenino sigue siendo un recurso subrepresentado, pero altamente rentable. Un estudio de First Round Capital, que analizó más de 300 startups a lo largo de una década, reveló que aquellas con al menos una fundadora generaron hasta un 63 % más de retorno de inversión que las lideradas exclusivamente por hombres.
Otras investigaciones respaldan esta tendencia: un informe de Boston Consulting Group y MassChallenge concluyó que las startups fundadas por mujeres producen más del doble de ingresos por cada dólar invertido. Incluso, datos de Kauffman Fellows señalan que son un 35 % más eficientes en el uso de capital y generan 12 % más ingresos que sus pares masculinos.
Sin embargo, en Chile, la realidad es otra. Según cifras del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, solo el 11 % de las empresas de base científico-tecnológica están lideradas por mujeres, una cifra similar al promedio mundial. Entre 2011 y 2021, apenas el 28 % de los proyectos financiados por InnovaChile fueron encabezados por ellas, y las solicitudes de patentes de inventoras representaron entre el 17 % y el 25 %.
A pesar de estos desafíos, las cifras muestran que invertir en mujeres no es solo una cuestión de equidad, sino una decisión estratégica que puede generar mayores retornos. En países como Estados Unidos, el auge de inversionistas ángeles mujeres está abriendo nuevas oportunidades para emprendimientos femeninos. En Chile, iniciativas como Start-Up Chile han incorporado criterios para aumentar la participación de fundadoras en sus programas de aceleración.
Cerrar la brecha de género en el emprendimiento tecnológico no solo permitiría mayor diversidad e innovación, sino que podría convertirse en un motor económico. El Banco Mundial estima que si las mujeres emprendieran al mismo ritmo que los hombres, el PIB global podría aumentar hasta un 20 %, generando entre 5 y 6 billones de dólares adicionales.